Vistas de página en total

viernes, 24 de diciembre de 2010

Cuarto viernes








María y José buscan un lugar para que nazca el niño Dios.

Que cada uno de nosotros Señor, te abra su vida para que nazcas y mantengas en nuestro corazón, encendida la esperanza. 
¡Ven Pronto Señor!  ¡Ven Salvador!

El posadero de Belén


¡He! Tú,  ¡posadero! ¿No habrá una habitación para esta noche?
-Ninguna cama libre, todo lleno.
Y Dios pasó de largo, qué pena posadero.
Todo hubiera sido de otro modo: las estrellas columpiándose por tus aleros, los ángeles cantando en tus balcones, los reyes magos perfumando tu patio con incienso, y en tu fonda: el divino alumbramiento.
Pero: “no queda sitio, ni una cama; lo tengo todo lleno”
Y Dios pasó de largo. ¡Qué pena posadero!

Hubieras liquidado por cierre tu negocio. No hay sitio para huéspedes cuando Dios está adentro.Dios va ocupando habitación tras habitación, hasta invadir el corazón entero.
Cerrarías la fonda pues Dios te reclamaba, toda tu casa para el Evangelio.
Pero: “no queda sitio, ni una cama; lo tengo todo lleno”
Y Dios pasó de largo. ¡Qué pena posadero!
El Evangelio empieza ante la puerta de una casa de Belén.
Y un posadero. Y el Evangelio sigue reclamado hospedaje:
-“Solo para esta noche”
- “No hay sitio, todo lleno”
¿Será mia la fonda? ¿Seré yo el posadero?
La mano que llamaba a mi puerta, ¿ no sería la estrella de Belén con aserrín de carpintero?
Si ya no tengo sitio, y si está todo lleno
Si Dios pasó de largo. ¡Qué pena posadero!

Padre José Manuel Otaolaurruchi. L. C.


Que esta noche cuando el Señor llame a mi puerta, yo tenga pronto su pesebre en mi corazón.....

No hay comentarios:

Publicar un comentario